lunes, 21 de noviembre de 2011

La industrialización

Como un resumen de la industrialización se pueden mencionar varios acontecimientos, primero el inicio de la especialización en los talleres artesanos en la edad Media, los libros de patrones en el siglo XVI, la aparición de las manufacturas reales en el siglo XVII y los nuevos valores económicos de libertad comercial y beneficio privado en Gran Bretaña en el siglo XVIII.

En esta época, el artesano sería el auténtico progenitor de muchas obras, el proceso de elaboración de los productos se define concluido hasta que el artesano le da los últimos retoques y acabados al producto. La industrialización consiste en una proyección del objeto para que luego se lleve a cabo la fabricación del mismo por medio de operarios. El diseñador, en este momento, termina su trabajo en el papel y la manufactura depende de avances tecnológicos que se encuentran en constante evolución.

Antes de la revolución industrial, se dió una división del trabajo y de la separación del diseñador y el operario, ahora, en esta época, aunque no haya nacido la profesión del diseñador, hay un grupo de personas que diseñan y proponen y otro mucho más numeroso, que ejecuta las ideas.


Spinning Jenny
En esta época se da el desarrollo de máquinas tejedoras, empezando con la máquina de hilar fabricada en 1768 por Hargreaves, conocida también como Spinning Jenny. Esta fue la primera máquina de hilar y funcionaba con energía humana, su pequeño tamaño permitía adaptarlas al trabajo a domicilio. Era capaz de realizar el trabajo de 36 hilanderas. Esto ocasionó temor a desempleo por lo que algunos lugares se rebelaron para destruirlas.










En el año 1767 se crea la llamada Waterframe, de Arkwright. Este barbero diseñó esta máquina de hilar y la llamo así porque utilizaba el agua como fuente de energía. Multiplicaba por 100 el trabajo de las máquinas tradicionales. 

Seguidamente, para el año 1779 el artesano y granjero Samuel Crompton inventó un telar mecánico combinando las mejores máquinas de Hargreaves y Arkwright y es por esto que la bautiza con el nombre de Mule Jenny. Esta máquina producía un hilo más fino y resistente y era capaz de utilizar más de 300 husos a la vez.

Waterframe y Mule Jenny respectivamente

En el transcurso de esta época se da también la evolución de la locomotora. La evolución de los ferrocarriles nos ofrece un ejemplo clave de la forma en que el diseño se fue transformando en función de una nueva tecnología. 
La expansión del ferrocarril por todo el mundo fue el factor más importante en la transformación de la vida y el trabajo en el siglo XIX. El diseño de estas locomotoras exigían originalidad ya que no contaban con precedentes.

Wylam Dilly, construida por Christopher Blackett en 1813

















Jenny Lind, diseñada por David Joy en 1847

















Rocket, construida por George y Robert Stephson en 1829
























En la industrialización se dan problemas sociales. El ser humano se separa radicalmente del producto que diseña y ya no se interesaba en el acabado del mismo. En las fábricas se empiezan a dar tareas especializadas (división del trabajo) y las piezas resultantes de la labor del trabajador son todas iguales y ni siquiera asiste a todas sus fases de desarrollo. Se incorporan condiciones de vida de los trabajadores a la industria, el proletariado trabaja de 12 a 16 horas.

Para concluir, menciono un texto escrito por Edgard T Hall que dice así:

                “Hoy día el hombre ha desarrollado extensiones para prácticamente todo lo solía hacer con su cuerpo. La evolución de las armas empieza con los dientes y el puño termina con la bomba atómica. La ropa y la vivienda son extensiones de los mecanismos de control de temperatura biológica del hombre. Con el mobiliario ya no se pone en cuclillas ni se sienta en el suelo. Instrumentos energéticos, lentes, TV, teléfonos y libros que transportan la palabra en el tiempo y en el espacio son ejemplos de extensiones materiales. El dinero es un medio para extender y equipar el trabajo. Nuestras redes de transportes hacen ahora lo que solíamos hacer con nuestros pies y nuestras espaldas. En realidad todas las cosas hechas por el hombre pueden considerarse como extensiones de lo que el hombre hizo alguna vez con su cuerpo o alguna parte especializada de el.” 









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